Resumen
Cuando Franz Schrader publicó su Carte du Mont-Perdu (1874), sorprendió al mundo de la cartografía con una representación que agrupaba los tres elementos que definen a esta disciplina: la ciencia, la técnica y el arte. Este francés era un enamorado de los Pirineos y al comprobar que no existía un mapa detallado del macizo del Monte Perdido fue capaz de confeccionarlo con métodos sencillos y un aparato de su invención, el orógrafo, que permitía mediciones rápidas y sin apenas cálculos. Hacía vueltas de horizonte denominadas orografías, que eran láminas circulares con una capa topográfica y otra panorámica en la que bosquejaba el perfil de las montañas y dibujaba el roquedo, dos facetas para las que se necesitan grandes cualidades artísticas. Este sistema fue adoptado por el servicio cartográfico del ejército francés, que reclutó y formó a equipos de montañeros-cartógrafos para hacer levantamientos topográficos con los que se compusieron mapas de diferentes escalas. Las cartas francesas y su magnífica red geodésica fueron de gran ayuda, pero en la parte española la información era escasa y deficiente. Emplearon los datos proporcionados por Coello, algunos mapas de empresas mineras, hidráulicas o ferroviarias, y referencias de la incipiente geodesia española, que aún no se había completado. Esta colaboración entre militares y alpinistas sirvió para resolver un grave problema que solo parecía preocupar a Francia: la necesidad de trazar mapas precisos de los Pirineos.
Palabras clave: Historia de la cartografía, Pirineos, Saint-Saud, Schrader, orografías.
Abstract
When Franz Schrader published his Carte du Mont-Perdu (1874), he surprised the cartographical world with a representation that grouped the three elements that define this discipline: science, technology and art. This Frenchman was in love with the Pyrenees and when he realized that there were no detailed maps of the Monte Perdido massif, he was able to make one with simple methods and an instrument of his invention, called orograph, which allowed rapid measurements and easy calculations. He made angular observations (called orographies), which were circular sheets with a topographic layer and a panoramic one in which he sketched the profile of the mountains and drew the rocks, two facets for which great artistic qualities are needed. This system was adopted by the French Army Cartographic Service, which recruited and trained teams of mountaineers-cartographers to carry out topographic surveys and compile maps of different scales. The French charts and their magnificent geodesic network were useful, but in the Spanish part the information was scarce and deficient. They used data provided by the cartographer Coello, some maps of mining, hydraulic or railway companies, and references of the incipient Spanish geodesy, still incomplete. The collaboration between military and mountaineers served to solve a serious problem that only seemed to worry France: the need to draw accurate maps of the Pyrenees.
Keywords: History of cartography, Pyrenees, Saint-Saud, Schrader, orographies.
Autores
Antonio Crespo Sanz
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